Vine acá y jamás supe a qué, hasta encontrarte o que tu me encontraras. Vine acá para ayudarte a cargar y vine para darte la luz que a veces te puede hacer falta en la noche. Estoy a tu lado y dejo que la tierra me ensucie, porque quiero que veas que no importa.
Si alguien nos está escribiendo, quiero pedir que seas feliz y que tu reino no se termine, que tu princesa se haga tan grande como tu, y que tu pueblo pueda seguir en la historia hasta siempre. Mi espada es tuya, y si ahora está clavada en una roca, y si alguien nos está escribiendo me gustaría pedirle que ponga sobre mi cabeza la corona de plata de mis sueños, a mi espada de vuelta en mis manos y a tu amor por mi nuevamente ardiendo dentro de tu pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario