Buenos días, buenas tardes y buenas noches:

Cuaderno viejo y yo esperamos poder llevarte a dar una vuelta durante el tiempo que dure tu estadía en nuestro espacio del mundo.


Bienvenid@





viernes

Encontrarnos en Nueva York

Me costaba entender cómo funcionaban las historias de amor en Nueva York.
A veces hablaban sobre dos protagonistas que se conocían en una ciudad de millones, y era imposible que volvieran a encontrarse.

Pero a veces pasaba que en la misma ciudad y en otra historia, la noche, el café o el bus hacían que los protagonistas siempre terminaran juntándose.

No lo entiendo, pero me gustaría que así fuera con nosotros. Que nos encontremos por suerte, o por el destino, y nos amemos, y seamos como una de esas películas con final feliz, de las que se filman en Nueva York.


sábado

Ella es azul

Al final de la escalera al cielo, la dama azul espera. En sus ojos brilla la esperanza, su pelo tiene la historia de un amor que aunque es tarde, llega. Y de sus manos nacen hechos luz los sueños de cada hombre y mujer en el mundo. Mis sueños están también en sus manos, y mi mayor sueño nació de ella.

Cuento de un reino lejano

Si alguien nos está escribiendo, quiero pedir que esta historia tenga un final feliz para ti. Ya basta de que seas la reina a solas de un castillo a veces en peligro. Estás cansada y quiero ayudarte. 

Vine acá y jamás supe a qué, hasta encontrarte o que tu me encontraras. Vine acá para ayudarte a cargar y vine para darte la luz que a veces te puede hacer falta en la noche. Estoy a tu lado y dejo que la tierra me ensucie, porque quiero que veas que no importa.

Si alguien nos está escribiendo, quiero pedir que seas feliz y que tu reino no se termine, que tu princesa se haga tan grande como tu, y que tu pueblo pueda seguir en la historia hasta siempre. Mi espada es tuya, y si ahora está clavada en una roca, y si alguien nos está escribiendo me gustaría pedirle que ponga sobre mi cabeza la corona de plata de mis sueños, a mi espada de vuelta en mis manos y a tu amor por mi nuevamente ardiendo dentro de tu pecho. 

lunes

My Hebrew Wife

Mi esposa hebrea no es como nadie. Cuando mi amor por ella empezó, junto a su corazón y el mío empezó también a latir el amor por nuestra hija.

Mi esposa hebrea es hermosa y no hay manos que quiera tomar si no son las suyas.

Me ve desde lejos y me mira de lado. Viene, se acerca y aunque no nos besamos sabe que desde siempre nos hemos conocido. Le doy las gracias por dejarme conocerla y no me canso de dar gracias porque ella y yo estemos en el mismo camino.

Yo elejí a mi esposa hebrea, como ella me elijió a mi y sobre nosotros todo esto fue elegido por nuestro Dios. Pongo un anillo de estrellas sobre su dedo, vuelvo a besarla como una primera vez, y río feliz de saber que ya todo es parte del pasado y estamos acá sin saber cuantos besos nos hemos dado, incluso antes de ese primer beso.

Amo a mi esposa hebrea, amo a nuestra hija, amo a mi nueva familia y amamos a nuestro Dios.
Tengo que cumplir con mi promesa. Lloro, pero ahora de alegría.

sábado

Aunque lo había soñado, llegué al lugar equivocado.
Llegué a quedarme para abrazar sus entradas,
con alguien más abrazarlo en sus noches
y encender sus luces donde era más oscuro.

Yo no estaba solo cuando llegué ahí
pero eso no importaba, no le importaba al lugar,
el lugar se encargaba de hacerte sentir solo.

No había un camino diferente,
no era arriba o abajo, solo era eso
el lugar equivocado, disfrutar de
su tranquilidad y su encanto.

Nadie podría nunca haber llegado ahí,
no, yo nunca me hubiese quedado.
Hasta verte bajar, o venir
Y pensar en que eres la persona correcta.

Y las luces del lugar equivocado,
y las escaleras del lugar equivocado,
y el ruido de sus máquinas
contigo se volvieron algo nuevo y diferente.

Al día siguiente estaba en otro lugar,
pero sabía que en alguna parte,
estabas tu esperando.
La persona correcta.



lunes

Bicicleta.


Ese día, aunque no en la misma fecha y varios años más tarde, me acordé de la bicicleta.
Estaba ahí, igual que hace seis años. Seis años...Nunca lo hubiese pensado.

Nunca hubiese pensado que la misma razón por la que tomé la bicicleta un día,
me iba a llevar a sacarla del polvo y las hojas un día. La misma razón y seis años.

Y cuando iba camino al taller me di cuenta de la diferencia.
Porque esa vez, la caída me torció la rueda, pero ahora, ahora no.
Ahora, voy camino al taller, y llevo la rueda.

De novios



No sé si ahora estaríamos
Pero hubiese sido mejor

Quizás hubiese pasado,
A mi no se me pasaría.

Pero lo hubiésemos pasado bien.
Lo habrías pasado mejor.

Limonada


Si lo dices de nuevo,
prefiero ser lo segundo.




sábado

Se vende

Mi vida tiene un precio:

El precio es volver a verte
Volver a abrazarte
Tocar tu pelo
Y esta vez darte un beso