Buenos días, buenas tardes y buenas noches:

Cuaderno viejo y yo esperamos poder llevarte a dar una vuelta durante el tiempo que dure tu estadía en nuestro espacio del mundo.


Bienvenid@





domingo

Aquí viene la pena

A veces, llega un poco la pena
y se sienta conmigo cuando nadie más puede hacerme compañía,
pone su mano bordeando mi espalda y con la otra me acaricia.

Me dice "He visto que ya no lloras, pero sé que un día vas a llorar"
sueño con ella y es lo único que veo, y amanece en mi pecho, y
camina conmigo a la estación del metro.

Pero cuando sale un poco el sol y su luz me pinta una sonrisa le
digo "Gracias por acompañarme, pero la próxima vez que llore
no va a ser por ti"

Y se va la pena, llena de pena.

La amiga del hombre que quería ser un Pez

Mi amiga es mía y yo soy de ella,
fue mi amiga en esa noche y es mi amiga en el día.

Así es ella, no canta bien ni toca la guitarra,
pero a su voz dan ganas de escucharla.

Mi amiga disfruta caminando, y se que le gusta el viento
Ama el helado de chocolate y las cosquillas en los brazos.

Ella teje amigurumi y podría ser una buena pintora,
Y si te pintase te darías cuenta de que aunque seas un amargado,
De alguna forma puedes lograr una sonrisa.

Ella es mi amiga, que le gustan los pesces pero cuando están vivos,
Yo a veces pienso, que quisiera ser un pez para gustarle,
Para que me pinte, para que me enseñe a reir.

Y si a mi amiga le gusto, en sus brazos le haré cosquillas.

La Antipoeta - Parte 2

Llegada la noche rápida y oscura

Quiso seguir destruyendo, avanzaba su negro.


Y entre el fuego de los enormes corazones

Terminó el sueño de libertad cantora, la amiga del pueblo.


Había un ruido creciente, de la rabia contra la decepción

Y la antipoeta quiso nuevamente

Contar la historia de aquel su mundo impotente

Aquel que sufría opresión.


Y salió su cabello radiante a contarle al viento

“prepárate, se acerca el momento”

Y a lo lejos sonaron mis guitarras al cielo,

con los acordes de que se venían otros tiempos.


Volviste dijo el que la amaba y quiso abrazarla.


Fuego eran sus palabras,

Esperanza había en sus ojos de cielo,

Y un amor rojo latía en su corazón.


Caminó la antipoeta,

Caminó y siguió queriendo

Cambiar los tiempos de aquel su mundo agotado.