Llegada la noche rápida y oscura
Quiso seguir destruyendo, avanzaba su negro.
Y entre el fuego de los enormes corazones
Terminó el sueño de libertad cantora, la amiga del pueblo.
Había un ruido creciente, de la rabia contra la decepción
Y la antipoeta quiso nuevamente
Contar la historia de aquel su mundo impotente
Aquel que sufría opresión.
Y salió su cabello radiante a contarle al viento
“prepárate, se acerca el momento”
Y a lo lejos sonaron mis guitarras al cielo,
con los acordes de que se venían otros tiempos.
Volviste dijo el que la amaba y quiso abrazarla.
Fuego eran sus palabras,
Esperanza había en sus ojos de cielo,
Y un amor rojo latía en su corazón.
Caminó la antipoeta,
Caminó y siguió queriendo
Cambiar los tiempos de aquel su mundo agotado.
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